Desde el inicio tenía claro que el mundo de la belleza era mi espacio de trabajo. De pequeña solía entretenerme con las cosas de las uñas, pelo y cremas que utilizaba la abuela para arreglarse en el baño y eso me provocaba una gran satisfacción.

 Al terminar los estudios de la ESO, fui a estudiar peluquería porque me gustaba la sensación que siempre me había transmitido mimar a la gente. Al terminar el grado con buenos resultados y comenzar a trabajar me di cuenta que mis propósitos no iban a ser cumplidos en aquella peluquería donde me sentía un poco estancada. Al verme en esa situación fue cuando comencé una intensa etapa en la hostelería, en la que trabaje casi cuatro años, hasta que llego la ´´crisis´´ y por reducción de personal, me quede nuevamente sin trabajo. En ese momento  decidí  que era hora de dedicarme a lo que más me gustaba y ya que por aquel entonces llevaba un tiempo haciendo uñas y maquillando a personas, decidí que era hora de aprender algo nuevo, hacer una agenda que me permitiera emplear el mayor tiempo posible en lo que realmente creía que me gustaba y cinco días después ya tenía mis primeras citas. A partir de este momento comenzó una nueva etapa de mi vida.